viernes, 24 de febrero de 2012

El ser humano, el hombre, y la empresa

¨El ser humano es el portador de características únicas, irrepetibles e insustituibles, que lo diferencian del resto de especies existentes: como la conciencia, la capacidad de expresarse manifestando sus ideas a través del lenguaje, tiene conocimiento sobre sí mismo y su alrededor, permitiéndole transformar la realidad, conocimiento de sus estados emocionales, tendencia a la autorrealización, capacidad de elección, creatividad y desarrollo en una sociedad, considerando que funciona como una totalidad por lo mencionado, se lo denomina como un organismo bio, psico, social.¨
"Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit."
El ser humano es la evolución del ser humano. Y sin embargo el hombre es lobo del hombre. El ser humano está en constante evolución, y ni si quiera el hombre ha podido con él hasta ahora.
El hombre es malo por naturaleza y siempre está maquinando en su endiablada cabeza como salir vencedor de cualquier batalla a cualquier precio. Llamo batalla al día a día. No tiene en cuenta a los demás hombres si no a sí mismo, el hombre es su propio centro del universo. El hombre cree que el sol gira en torno a la tierra, el ser humano sabe que es la tierra y el conjunto de los demás planetas, los que giran en torno al sol.
El hombre es todo lo malo del ser humano.  Y las empresas deben actuar como seres humanos,  de manera ética, creciendo, y no luchando como lo han hecho desde siempre los hombres. Deben mantener al margen las envidias, egoísmos, y debilidades del hombre, para ser generosas, familiares y siempre poniéndose en el lugar del otro.
Conocemos el caso de miles de empresas que han caído por no saber adaptarse al ser humano. Corrupción, envidia, egoísmo, avaricia, pereza, ira, soberbia… ninguna de estas maldades del hombre va a llevar a ninguna empresa a la cima y la va a mantener en ella. En cambio la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza pueden hacer que una empresa pequeña llegue algún día a ser una de las más grandes.
Es evidente que las empresas no se van a dejar pisar. No estoy hablando de eso. Me refiero a que la competencia sana existe, y que se puede jugar al futbol deportivamente, y no rompiendo piernas.

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